En todo el mundo, más de 800 millones de personas aún viven con menos de 1,25 dólares al día y muchos carecen de acceso a alimentos, agua potable y saneamiento adecuados, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
“En un mundo caracterizado por un nivel sin precedentes de desarrollo económico, medios tecnológicos y recursos financieros, es un escándalo moral que millones de personas vivan en la extrema pobreza”, tal y como se asegura en el prefacio sobre Los Principios Rectores sobre la Extrema Pobreza y los Derechos Humanos.
Se trata de un fenómeno que demuestra la falta de las capacidades básicas para vivir con dignidad. La pobreza es una cruda realidad de la carencia y violaciones de derechos humanos. Reducir la pobreza y erradicarla es por tanto una obligación de todas las sociedades.
El mundo tuvo un gran humanista que dedicó sus últimos años de vida a trabajar por la erradicación de la pobreza. Vicente Ferrer tenía un pensamiento que se fundamenta en el humanismo y nos invita a tomar acción. La pobreza es responsabilidad de todas y todos. Vicente anhelaba una sociedad empática y sensible.
“Todos –nos dice- estamos llamados a intervenir para remediar el sufrimiento de la humanidad, herida mortalmente por la pobreza”
Vicente Ferrer
Sus reflexiones sobre la condición humana y este mundo son actuales y muy sustanciales para estos tiempos, más aun cuando vivimos un incremento desmedido de las desigualdades sociales a nivel global y una profunda crisis de valores. Sus ejemplo y trabajo nos invita a ocuparnos y ser parte de esa ola de amor y comprensión a favor de la justicia y tratados dignos, a los cuales todas las ciudadanas y ciudadanos merecemos. Les compartimos un video que refleja el compromiso de Vicente Ferrer.
Medidas de alto impacto para combatir la pobreza y la desigualdad
Desarrollo y nutrición en la infancia.
Acceso universal a educación de calidad
Cobertura universal de salud.
Hogar seguro