Se han realizado estudios comparativos sobre la salud de dueños de mascotas y la de los que no la tienen; ambos en relación a la salud física y a la percepción de su salud y bienestar personal.
Las mascotas tienen un sin número de ventajas para los adultos mayores. Las personas que tienen mascotas confirman que conocen a más personas en su vecindario a causa de su mascota; y más del 80 por ciento de los dueños de perros conversan con otras personas cuando salen a pasear a sus perros.
Los seres humanos y los animales disfrutan de una relación de beneficio mutuo – como los animales entrenados para ayudar a los agricultores, las personas con una discapacidad, los oficiales militares y de aduanas, así como para actividades de ocio con niños y adultos por igual. Sea encontrado que los pacientes ambulatorios en una unidad de atención cardiaca que eran dueños de mascotas vivían más tiempo que los no propietarios. Los beneficios positivos de los animales de compañía son sorprendentes.
El estudio de Anderson et al (1992) con 5,741 participantes que asistían a una clínica gratuita de atención, encontró que los dueños de mascotas tenían significativamente niveles de colesterol y de presión arterial más bajos que los no propietarios. Unos diez años más tarde, Allen et al (2001) llevaron a cabo un estudio control aleatorio entre los corredores de bolsa con hipertensión que adoptaron, ya sea un gato o un perro, y los que no tenían mascota. Se encontró que los dueños de mascotas experimentaban menos estrés relacionado con el aumento de la presión arterial que los no propietarios.
Los adultos mayores dueños de mascotas reportaron un deterioro más lento de su capacidad para realizar actividades de la vida diaria, en comparación con los no dueños de mascotas por más de un año. Los adultos mayores dueños de mascotas también reportaron que sus mascotas -particularmente perros- les ayudaron a mantenerse activos, y proporcionándoles estructura y un sentido de propósito a sus días.
Los estudios epidemiológicos que comparan los aspectos de la salud de los propietarios de mascotas y los que no son dueños, sugieren que los primeros tienen un mejor bienestar y auto-reporte de salud; visitan al médico con menos frecuencia y tienen menos gastos de farmacia.
Los dueños de perros tienden a tener más probabilidades de lograr niveles recomendados de actividad física para su grupo de edad. Los dueños de perros informaron que aumentaron su caminata de 22 a 31 minutos a la semana después de adoptar a un perro (Cutt et al, 2008).
Ser propietario de un perro no siempre se traduce en un aumento de actividad física -los latinos de edad avanzada con un fuerte apego a su perro no necesariamente sacan a su mascota a pasear. Sin embargo, los perros han demostrado tener un efecto positivo sobre la idea de sus propietarios acerca de caminar, proporcionando la motivación para aumentar su actividad física.
Tener animales y jugar con ellos ayuda a bajar los niveles de estrés. Los animales se convierten en una medicina alternativa, para darle la batalla a la depresión, pues las mascotas brindan cariño y compañía a su dueño. La lista de beneficios incluye disminución de la depresión, aumento de participación, bienestar, ingesta de nutrientes y mayor interacción social.